Editorial Dieci6, 2022
Para hablar de esta novela -adelanto ya que novelón-, me gustaría dar antes una breve pincelada autobiográfica. Uno que ha vivido en Madrid y Barcelona, que ha salido por Malasaña y Universitat, y que procede de una ciudad media, de una zona de barrio de clase obrera; ve un contraste grande entre las formas de ocio y cultura. Vengo a decir que, disfrutar como algo normal del cine europeo, de presentaciones literarias, conciertos de jazz… Es algo que prácticamente se reduce a esas dos ciudades. Los pueblos, la ciudades medias, los barrios… No tenemos esa realidad tan presente, por desgracia. Y esto, en mayor o menor medida, te aprisiona, limita. Pero también te adaptas y aprendes otras cosas. Algo de esto hay en esta novela.
Bruna, Argenis y Tristán son acompañantes y amantes. Llegan a un pueblo de Cáceres para acudir al entierro del padre de Tristán. Jóvenes y acostumbrados a la Barcelona cosmopolita, liberal y cultural, como el propio protagonista (Tristán) comenta varias veces, en este lugar están como descontextualizados. Sin embargo, no se centra en esto el libro, pero sí que es importante.
Iremos conociendo la psicología de Tristán, de Bruna y Argenis. Pero también de Angustias, madre de Tristán. Menudo personaje, uno de los aciertos del autor (atención al “Bonus track” final del libro.).
Millanes Rivas ha creado una obra muy rica. Lo principal, y a lo que le estoy especialmente agradecido como lector, es que haya conciliado tan bien la mentalidad rural con la urbana. Tanto la atmósfera como lo que y se dice, es totalmente verosímil (no diría tanto que real, tiene cierto tono a veces como de mitología). El lenguaje de las personas del pueblo está bien plasmado, sin nada de condescendencia ni burla.
Hay momentos de memoria, recuerdos, rabia, ironía… La prosa de Millanes es muy poderosa y no cae en lo banal ni lo excesivamente poético. Este equilibrio lo mantiene mientras arriesga formalmente, pues presenciaremos en la novela fragmentos de conversaciones de chat, artículos de revista, monólogos interiores, diálogos teatrales e, incluso, textos dispuestos en vertical en la hoja (nada gratuitos).
Sé que suena manido, pero esta es una novela generacional. Trata temas que nos atañen a los milennials (precariedad, incertidumbre, nuevas formas de amar…). Un texto consciente de sí mismo. No le veo nada de impostura, no hay pretenciosidad.
Dejo dos muy breves fragmentos para acabar, reflejos del paso del tiempo, la productividad y el contraste pueblo/ciudad:
“Rodeado de gente tan activa, su inutilidad era más obvia. En el pueblo, en cambio, volvía a ser el chico jovencito que soñaba con hacer algo grande. Nadie parecía exigirle nada. El tiempo estaba suspendido y él se sentía en calma”.
“Quedarse requiere que no haya futuro, significa que la inmanencia pesa sobre la trascendencia”.
La edición corre a cargo de la joven Editorial Dieci6. La cual está apostando por libros arriesgados, de calidad y de la cual merece la pena echar un vistazo a su catálogo.
Fran Cintado
Centauros 